El Faro del Fangar es uno de los lugares más emblemáticos y fascinantes del Delta de l'Ebre. Con su imponente estructura y su ubicación aislada, este faro ha sido testigo de numerosas historias y leyendas a lo largo de los años. Si te alojas en TAIGA Delta de l'Ebre, una visita al Faro del Fangar es una experiencia imprescindible.
Historia del Faro del Fangar
El Faro del Fangar fue construido a principios del siglo XX para guiar a los marineros a través de las peligrosas aguas del delta. Su ubicación estratégica en la península del Fangar lo convierte en un punto de referencia vital para la navegación. Con una altura de 20 metros, el faro emite una luz que es visible a 18 millas náuticas de distancia, asegurando que los barcos puedan navegar con seguridad.
La Leyenda del Faro
El faro no solo es conocido por su función práctica, sino también por las leyendas que lo rodean. Se dice que el faro está habitado por el espíritu de un antiguo guardián, cuya presencia se puede sentir durante las noches de tormenta. Según la leyenda, este guardián sigue cuidando del faro, asegurándose de que su luz nunca se apague. Esta historia ha atraído a muchos curiosos y ha añadido un aura de misterio al lugar.
Visita al Faro del Fangar
Para llegar al Faro del Fangar, puedes hacer una caminata a través de las dunas que rodean la península. La ruta es relativamente sencilla y ofrece vistas espectaculares del paisaje. Es recomendable llevar agua y protector solar, ya que el trayecto puede ser caluroso y no hay sombra en el camino. Al llegar al faro, podrás disfrutar de una vista panorámica del delta y el mar Mediterráneo, lo que hace que el esfuerzo valga la pena.
Actividades Cercanas
Después de visitar el faro, puedes explorar otras áreas cercanas, como la Playa del Fangar, conocida por su belleza natural y su tranquilidad. Esta playa es perfecta para relajarse después de la caminata. También puedes realizar actividades acuáticas como el kitesurf, que es muy popular en esta zona debido a las condiciones favorables del viento. Si prefieres algo más tranquilo, un paseo por las dunas al atardecer es una experiencia mágica.